Hablemos de salud mental sin estigmas
- Miji Velázquez

- hace 2 horas
- 6 Min. de lectura
La salud mental sigue siendo uno de los temas más incomprendidos y estigmatizados en nuestra sociedad. Aunque cada vez hablamos más sobre bienestar emocional, persiste el miedo, la vergüenza y los prejuicios. ¿Por qué ocurre esto y qué podemos hacer para cambiarlo?
¿Qué entendemos por salud mental?

La salud mental es el estado de bienestar emocional, psicológico y social que nos permite enfrentar el estrés cotidiano, trabajar de manera productiva, establecer relaciones sanas y tomar decisiones adecuadas. No se trata solo de la ausencia de trastornos, sino de la capacidad de vivir con equilibrio y resiliencia.
En mi libro, El arte de vivir: Nuestro estilo de vida, digo que quizá la tendencia general de las personas es concentrarse en cuidar la salud física, descuidando el estado mental porque es “invisible”. No obstante, mantener un equilibrio entre ambos es fundamental.
Ha sido siempre mi parecer que para las personas que no viven con una enfermedad o trastorno mental, es más difícil entender porque estos son invisibles. Mientras que los síntomas de la diabetes, el cáncer o una fractura de hueso son visibles y, a menudo, evidentes para quienes nos rodean, los trastornos mentales a menudo no presentan signos físicos que puedan ser fácilmente observados.
Esto crea una brecha significativa en la comprensión y empatía hacia quienes sufren de estas condiciones. Por ejemplo, en el caso de la depresión, una persona puede parecer completamente normal por fuera, llevando a cabo sus actividades diarias, pero por dentro puede estar lidiando con un profundo dolor emocional y una lucha constante que no es evidente para los demás.
Además, la falta de visibilidad de los síntomas mentales puede llevar a malentendidos y estigmas. Muchas personas pueden pensar que quienes padecen trastornos mentales están simplemente "buscando atención" o "no están intentando lo suficiente" para mejorar su situación.
Este tipo de percepciones erróneas pueden ser extremadamente dañinas, no solo porque perpetúan el estigma, sino también porque pueden disuadir a quienes necesitan ayuda de buscar el tratamiento adecuado. La invisibilidad de estos trastornos puede hacer que quienes los padecen se sientan aislados e incomprendidos, lo que a su vez puede agravar su situación y dificultar aún más su recuperación.
Por otro lado, es importante reconocer que el sufrimiento emocional y psicológico puede ser tan debilitante como cualquier enfermedad física. Las personas que enfrentan trastornos como la ansiedad, el trastorno bipolar o la esquizofrenia pueden experimentar un impacto significativo en su calidad de vida, su capacidad para mantener relaciones saludables y su rendimiento en el trabajo o en la escuela.
Sin embargo, al no haber signos físicos que acompañen a estos trastornos, a menudo se les resta importancia o se les considera menos serios que las condiciones médicas más visibles. Esta falta de comprensión puede llevar a la frustración y al desánimo en quienes luchan con estas enfermedades, ya que pueden sentir que su dolor no es validado o que no se les toma en serio.
¿Qué es el estigma?
El estigma es una marca social negativa que se asigna a una persona o grupo por una característica considerada “diferente” o “indeseable”. En el caso de la salud mental, el estigma se traduce en prejuicios, discriminación y aislamiento hacia quienes enfrentan trastornos emocionales o psicológicos. Este fenómeno no solo afecta la autoestima, sino que también dificulta el acceso a tratamiento y apoyo.
Por lo tanto, es fundamental hablar de salud mental sin estigmas, fomentar una mayor conciencia y educación sobre la salud mental en nuestra sociedad. Al hacerlo, podemos ayudar a disminuir el estigma asociado a estos trastornos y promover un entorno en el que las personas se sientan cómodas buscando ayuda y compartiendo sus experiencias.
La empatía y la comprensión son claves para apoyar a quienes enfrentan estas luchas invisibles, y es esencial que trabajemos juntos para crear un espacio donde todos se sientan escuchados y valorados, independientemente de la naturaleza de su sufrimiento.
¿Por qué se estigmatiza la salud mental?
Falta de información y educación: Muchas personas desconocen que los trastornos mentales son tan reales como las enfermedades físicas. Esto genera mitos y creencias erróneas.
Miedo a lo desconocido: Lo que no entendemos, solemos rechazarlo. La salud mental se asocia con comportamientos impredecibles, lo que provoca temor.
Cultura del “ser fuerte”: En muchas sociedades se valora la fortaleza emocional y se considera la vulnerabilidad como debilidad.
Representaciones negativas en medios: Películas y noticias suelen mostrar a personas con problemas mentales como peligrosas o incapaces, reforzando estereotipos.
¿Qué hacer para evitar la estigmatización?
Hablar abiertamente: Conversar sobre salud mental en casa, en el trabajo y en redes sociales normaliza el tema.
Educarse y educar: Compartir información basada en evidencia ayuda a derribar mitos.
Escuchar sin juzgar: Cuando alguien comparte su experiencia, evita comentarios como “es solo cuestión de actitud”.
Apoyar políticas y programas: Participar en iniciativas que faciliten el acceso a atención psicológica y campañas de sensibilización.
Promover el lenguaje respetuoso: Utilizar términos más empáticos.
Cómo usar el lenguaje para hablar de salud mental sin estigmas
Evita frases como:
“Está loco” → Sustituye por “Está pasando por un problema de salud mental”.
“Es depresivo” → Sustituye por “Tiene depresión” (no defines a la persona por su condición).
Usa expresiones que transmitan respeto:
“Persona con un trastorno de ansiedad” en lugar de “ansioso”.
Recuerda: el lenguaje crea realidades. Hablar con empatía salva vidas.
¿Qué condiciones suelen ser estigmatizadas?
Trastornos de ansiedad
Depresión mayor
Trastorno bipolar
Esquizofrenia
TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo)
TEPT (Trastorno del Estrés Post-Traumático)
Trastornos alimentarios
¿Quieres conocer más sobre cada uno y sus tratamientos?
Escucha nuestro próximo episodio o visita nuestro blog.
Tabla Comparativa: Salud Mental, Estigma y Tratamientos
Aspecto | Descripción |
Salud Mental | Estado de bienestar emocional, psicológico y social que permite afrontar el estrés, trabajar productivamente y contribuir a la comunidad. No es solo ausencia de enfermedad, sino equilibrio y resiliencia. |
Estigma | Marca social negativa asociada a una característica considerada “indeseable”. En salud mental, implica prejuicios, discriminación y aislamiento hacia quienes enfrentan trastornos psicológicos. Tipos: público (sociedad), autoestigma (interno), estructural (políticas). |
Causas del Estigma | Falta de información, miedo a lo desconocido, creencias culturales sobre “debilidad” y representaciones negativas en medios. |
Consecuencias | Retraso en búsqueda de ayuda, aislamiento social, baja autoestima, discriminación laboral y educativa. |
Tratamientos Comunes | Psicoterapia: Terapia cognitivo-conductual (CBT), terapia dialéctica (DBT), terapia interpersonal. Ayuda a modificar pensamientos y conductas. |
Medicamentos: Antidepresivos (SSRIs, SNRIs), ansiolíticos, estabilizadores del ánimo, antipsicóticos. Regulan la química cerebral. | |
Combinación: Psicoterapia + medicación suele ser más efectiva en casos moderados o graves. | |
Estilo de vida: Ejercicio, sueño adecuado, alimentación saludable, meditación, reducción de sustancias. Refuerza otros tratamientos. | |
Otros: Grupos de apoyo, terapia creativa (arte, música), ECT (electroconvulsiva) en casos severos. |
La salud mental es una parte integral y fundamental de nuestra vida cotidiana, afectando no solo nuestro bienestar individual, sino también nuestras relaciones interpersonales y la calidad de nuestras interacciones sociales. Hablar de ella sin prejuicios y con apertura es crucial, ya que puede salvar vidas, fortalecer vínculos afectivos y construir una sociedad más humana y comprensiva.
El estigma en torno a los problemas de salud mental a menudo impide que las personas busquen la ayuda que necesitan, lo que puede llevar a consecuencias graves. Por lo tanto, es esencial fomentar un entorno donde se puedan compartir experiencias y sentimientos sin temor al juicio o la discriminación.
El cambio empieza contigo: cada uno de nosotros tiene el poder de contribuir a la creación de un espacio seguro y acogedor para aquellos que luchan con su salud mental. Reflexiona sobre tu propio comportamiento y actitudes hacia la salud mental.
¿Qué harás hoy para romper el estigma?
Quizás puedes iniciar una conversación abierta con un amigo o familiar sobre la importancia de la salud mental, o incluso compartir recursos útiles que puedan ayudar a otros a comprender mejor estos temas.
También puedes involucrarte en actividades comunitarias que promuevan la concienciación sobre la salud mental, como talleres, charlas o grupos de apoyo. Cada pequeño gesto cuenta y puede tener un impacto significativo en la vida de alguien que se siente solo o incomprendido.
Al educarnos y educar a otros, podemos crear una cultura de empatía y apoyo donde todos se sientan valorados y escuchados. La salud mental no debe ser un tabú; al contrario, es un aspecto vital que merece nuestra atención y cuidado. Al derribar las barreras del silencio y la desinformación, estamos dando un paso importante hacia un futuro más saludable y solidario para todos.







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