El valor de los abuelos para las familias es incuestionable. Los abuelos son un referente moral para los nietos, un pilar fundamental en las familias y un vínculo indiscutible de unidad y estabilidad familiar. En muchos casos, incluso son un apoyo económico para las nuevas familias. Además, son transmisores de valores, conocimientos, experiencia, cariño y tranquilidad.
El valor de los abuelos para las familias es indudable. Los abuelos son un referente moral para los nietos, una pieza angular en las familias y nexo indiscutible de unión familiar y estabilidad. En muchos casos, son incluso un apoyo económico para las familias que apenas comienzan a formarse. Además, son transmisores de valores, conocimiento, experiencia, cariño y tranquilidad.
Este vínculo maravilloso ayuda a los nietos a crecer y madurar. Los abuelos rejuvenecen y adquieren vitalidad por lo tanto, cuando los abuelos están presentes en la vida de sus nietos, los beneficios son mutuos. Mientras que los padres aprenden a valorar sin criticar y aprecian la experiencia de los abuelos. Es una relación tripartita, abuelos - nietos - padres, que se fortalece con amor, paciencia y tolerancia.
Y es que para los abuelos, no hay nada como el amor desinteresado de sus nietos. Ya que en esta relación tan estrecha, los abuelos se sienten queridos y esto les da fuerza para mejorar su salud emocional. Sin duda, los nietos son la mejor medicina para la salud de los abuelos.
Conocer las necesidades, los beneficios y los límites de los abuelos, padres y nietos, ayudará a que la unión sea mucho más fuerte y positiva. Por eso el papel de los abuelos en la educación de los nietos es muy variada:
• Contribuyen con su experiencia en momentos de crisis tanto sicológica como económicamente.
• Cuidan de los niños cuando los padres no pueden hacerlo.
• Transmiten valores familiares y mantienen el vínculo entre las generaciones.
• Ayudan en la educación de los nietos y en la comunicación entre padres e hijos. Buscan virtudes y las refuerzan:
• Aprenden con sus nietos, aceptando los cambios y acercándose a las nuevas generaciones,
Aunque la educación de los nietos es una responsabilidad que recae en primer lugar sobre los padres, hay una distinción clara entre los papeles de los padres y de los abuelos con relación a los niños. El papel de los abuelos ha de ser discreto, y nunca impuesto. Porque ellos son abuelos y no niñeros, de esta manera, el tiempo que comparten abuelos y nietos ha de ser provechoso, de alegrías y recompensas.
Los abuelos educan apoyándose en los puntos positivos de los nietos, sin censura. Siempre animando, no muy exigente, facilitando los medios adecuados y en el tiempo indicado. De esa manera, se fomentará en ellos la confianza y la autoestima.
En conclusión, los abuelos son un punto de referencia moral para los nietos y sus familias. Para mantener esto, es fundamental enseñar con el ejemplo, manteniendo las promesas, siendo cariñosos y amorosos, porque el mejor maestro es no es hecho de palabras sino de hechos.