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Por qué me fui de Venezuela. Esta es mi historia | Parte III

Como el cáncer a punto de extenderse

Sobrevivir en mi país se estaba volviendo cada vez más difícil para las familias de clase media. La gente se quejaba del alto costo de vida, de lo difícil que era comprar una casa o un automóvil. La deuda externa estaba creciendo. Nuestra moneda no valía nada. Un gran desconcierto se apoderó de los sentimientos de muchas personas. La gente en la calle decía: ¡algo tiene que pasar! Esto tiene que cambiar.

Esta situación estaba propiciando el ambiente para el nacimiento de un "héroe". Los medios de comunicación dieron fuerza al "traidor". El militar que seis años antes lideró la masacre de sus ciudadanos, poco a poco se convirtió en un político y una especie de superhombre que, según su retórica repetitiva, llevaría la igualdad a las clases desposeídas y minoritarias del país. Así lo veían, como un Dios. Nunca lo vi así. Para mí fue y sigue siendo un asesino, que también destruyó todo lo que recuerdo de mi infancia.

Así, y a través de innumerables entrevistas y declaraciones a la prensa escrita, televisión y radio, la gente olvidó lo sucedido siete (7) años antes y lo convirtió en el hombre más poderoso del país. En 1999, el pueblo lo eligió Presidente de la República. Puedo decir que no tuvo nada que ver con eso.

En menos de un año cambió la Carta Magna y aprobó más de 40 leyes y propuestas de leyes. Meses después, la industria comercial más importante, PDVSA, quedó completamente paralizada. Aparecían los primeros signos de un posible cáncer socialista o comunista. La gente empezó a preocuparse. No había gas y, por supuesto, también era difícil encontrar comida.

En abril de 2002 hubo un nuevo golpe de Estado por una incursión cívico-militar, pero lamentablemente no hizo nada. Al día siguiente, Chávez estaba nuevamente en la silla presidencial y con ganas de venganza.

A través de todo tipo de discursos a quienes estaban complacidos con él, les lavó el cerebro a las personas. Vendió el socialismo como la "Revolución del Siglo XXI" que brindaría oportunidades de estudio y trabajo a quienes nunca las tuvieron. Prometió salarios justos, el fin del analfabetismo, vivienda y atención médica para todos0.

Proclamó el socialismo como el nuevo sistema político, que en este caso es como una mezcla brutal y destructiva entre marxismo, leninismo y comunismo castror que el verdugo traidor llamó "revolución". Finalmente, se quitó la máscara. Después de casi 4 años estaba demostrando quién era en realidad.

Entre las primeras de sus acciones, estuvo la expropiación de varias empresas. Él expropió negocios, edificios, ranchos ganaderos y agrícolas establecidos desde hace décadas que alimentaban a nuestra población e incluso a multitudes que vivían más allá de nuestras fronteras. Acabó con las empresas de distribución de alimentos procesados. Y para colmo de la ruina, decidió dejar de acceder y adquirir la moneda comercial, el dólar.

Así comenzó el "cáncer" revolucionario y socialista a expandirse a un país que alguna vez fue uno de los más desarrollados de la región, destruyendo a su paso todo lo que tocaba.

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