Las celebraciones decembrinas ofrecen una gran oportunidad para estar agradecidos por lo que tenemos y por lo que hemos hecho durante el año que termina. Para los cristianos, el Adviento (cuatro semanas antes de Navidad) se trata de preparar el camino del Señor. Es el momento preciso para preparar el pesebre, un pequeño y humilde rincón que sus padres prepararon para que él estuviera seguro y calentito. Estaba rodeado de animales de granja pero lleno de amor y determinación. Jesús comenzó su camino en un pesebre.
Para la mayoría de los cristianos, estas próximas celebraciones se tratan de hacer tiempo para orar a Dios, para pasar un tiempo tranquilo, para tener una conversación con él, con nuestras familias y con nuestros amigos.
Para otros, es un buen momento para escuchar más y hablar menos. Es tiempo de reflexionar. Una vez más, es hora de prepararse.
Mientras estamos en esta temporada, todos debemos ver el pesebre de Jesús como nuestra vida y prepararlo para recibir las cosas nuevas que aún están por llegar a nuestras vidas y las vidas de nuestros seres queridos, y para establecer nuevas metas para el próximo año.
Solemos preparar ese camino al inicio del nuevo año o al final del año viejo, limpiando nuestras casas, decorando y pintando. Sin embargo, mientras buscamos el árbol o el regalo perfecto, lo que necesitamos limpiar es nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma y entender de qué se trata la temporada. El Adviento se trata de prepararse. La Navidad se trata de dar.
Cómo prepararse para recibir el Año Nuevo
Teniendo en cuenta esa perspectiva, siempre podemos hacer más y mejor. Siempre podemos ser más pacientes. Constantemente podemos prestar más atención. Asimismo, podemos escuchar de manera diferente. Además, no podemos ser complacientes con lo que hemos hecho. Siempre podemos encontrar formas nuevas y diferentes de lograr metas y tener éxito. No solo eso, sino que podemos encontrar más tiempo para compartir y amar.
Una buena manera de prepararse para el nuevo año es estableciendo metas. Pero antes de eso, consideraría autoevaluarnos y tal vez hacer una especie de Análisis FODA de nosotros (Fortalezas - Debilidades - Oportunidades - Amenazas) considerando lo que hemos logrado y lo que queremos lograr para establecer objetivos genuinos.
Cómo establecer metas
1. Escriba y verifique sus objetivos con regularidad
Haz una lista de metas, escríbelas y muéstralas en un lugar donde puedas verlas con regularidad, para revisar tu progreso. Si es necesario editar los objetivos, hágalo de modo coherente.
2. Establezca metas para diferentes áreas de su vida.
No exclusivamente las finanzas o su salud son importantes. Tienes que considerar todos los ámbitos de tu vida: Relaciones, trabajo, espiritualidad, bienestar, fitness, finanzas, vacaciones, emociones, gestión del tiempo, orden, puntualidad ...
3. Establezca metas creíbles, posibles y medibles Sería genial establecer metas enormes, pero no tiene ningún sentido si son imposibles de cumplir. Como alternativa a establecer una meta gigantesca, cree otras más pequeñas que se puedan completar lo suficientemente bien.
Por otro lado, tener metas medibles le ayudará a rastrear si está logrando sus metas. Puede medirlas por cantidad y período. Por ejemplo: correr 30 minutos dos veces por semana en lugar de, comenzaré a correr. Revisar mi teléfono cada hora y no cada 5 minutos en lugar de revisar mi teléfono menos. Llamaré a mi madre una vez a la semana y hablaré con ella al menos durante 15 minutos en lugar de tener una mejor relación con mi madre.
4. Encuentre un "socio en el crimen" Establezca metas que se puedan lograr con un amigo, su esposa o alguien. Lograr metas personales es más difícil cuando estás solo.
5. Reconozca su esfuerzo al lograr sus objetivos Lograr metas nunca es una tarea fácil. Reconocerse o recompensarse a sí mismo cuando logre una meta lo motivará a establecer metas para los años venideros. Será gratificante ver sus cambios y su éxito. Las personas que te rodean también las notarán.
Entonces, esta Navidad, hagamos un cambio en nuestras vidas y en nuestros seres queridos. Haz el regalo de ti mismo mientras preparas el pesebre para recibir y dar de una manera nueva, de una manera más amorosa, de una manera más apasionada, con el corazón abierto a nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevos amigos.
Empecemos preparando nuestro pesebre compartiendo una pequeña sonrisa, un simple saludo, una breve conversación, un momento para escuchar o ayudar a alguien. Luego evaluemos nuestro interior y establezcamos nuestras metas. ¡A veces necesitamos tan poco y también las personas que nos rodean! Así es como podemos prepararnos para el Año Nuevo.